Estamos en Nairobi, capital de Kenia, concretamente nos ubicamos en el barrio periférico de Chooka. Aquí se encuentra el orfanato Good Shepherd Home, centro para los niños con discapacidades que fundaron y gestionan los misioneros de los pobres, donde les dan alojamiento, comida, educación y la mejor atención que pueden darles dentro de los recursos que disponen. Es un oasis en medio de un barrio de chabolas, pocas casas de ladrillo y un ajetreo caótico muy común por estas tierras.
- ¿Cómo nace este proyecto?
Gracias a dos amigas que estuvieron por aquí, oímos hablar de este lugar y de las necesidades que apreciaron estando aquí. Nuestro primer contacto fue en 2017, y fue hacerles llegar complementos vitamínicos y nutricionales gracias a una donación que recibimos.
Fue en 2018 la primera vez que nos personamos aquí. Durante 12 intensos días vivimos el tipo de vida y ritmo del centro y de la misión, pudimos compartir mucho tiempo en el centro de los niños, tiempo que usamos para evaluarlos, hacer nuestro registro de historias clínicas así como nuestra propuesta de tratamientos de cada caso. Hay un total de 55 niñ@s, de los cuales necesitan atención de fisioterapia 20, y el resto otro tipo de atenciones a tiempo completo. Aquí predominan los casos de parálisis cerebral y casos de severa afectación cognitiva, muy relacionado con el tipo de vida que hay alrededor y la escasa o nula asistencia durante el parto.
- Resumen de la intervención de SHUMA en Chooka.
Durante nuestra única estancia, vimos la importancia de dejar un registro de historias clínicas, registro que se creó, evaluación a evaluación de cada uno de los peques. Vimos la necesidad de construir una camilla para poder hacer un trabajo de fisioterapia y estimulación, camilla que conseguimos fabricar en tiempo récord. Dedicamos también gran parte del tiempo a dar formación al personal del centro, formación muy importante y fundamental en las formas de dar de comer a los niñ@s con parálisis cerebral para evitar aspiraciones y otro tipo de complicaciones. También recibieron formación en técnicas de transferencias y movilizaciones pasivas para prevenir las rigideces y deformidades articulares.
Fue después de atender todos estos puntos cuando nos dimos cuenta que era fundamental y necesario que estuviera un/a Fisioterapeuta en el centro para poder atender y supervisar todos estos puntos. Esto es una realidad desde hace 7 meses que venimos realizando las donaciones para el sueldo de la compañera fisioterapeuta residente en Kenia.